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29 de agosto de 2009

Liturgia Dominical. 30 de Agosto

La liturgia del Domingo 22 del Tiempo Ordinario nos propone una reflexión sobre la “Ley”.
Dios quiere la realización y la vida plena para el hombre y, en ese sentido, propone su “Ley”.
La “Ley” de Dios indica al hombre el camino a seguir. Con todo, ese camino no se agota en un mero cumplimiento de ritos o de prácticas vacías de significado, sino en un proceso de conversión que lleva al hombre a comprometerse cada vez más en el amor a Dios y a los hermanos.
La primera lectura nos asegura que las “leyes” y preceptos de Dios son un camino seguro para la felicidad y para la vida en plenitud. Por eso, el autor de esa catequesis recomienda insistentemente a su Pueblo que acoja la Palabra de Dios y se deje guiar por ella.
En el Evangelio, Jesús denuncia la actitud de aquellos que hicieron del cecto de Dios. En la perspectiva de Jesús, la verdadera religión no se centra en el cumplimiento formal de las “leyes”, sino en un proceso de conversión que lleve al hombre a la comunión con Dios y a vivir en un real compartir el amor con los hermanos.
umplimiento externo y superficial de la “ley” un valor absoluto, olvidando que la “ley” es solamente un camino para llegar a un compromiso efectivo con el proy
La segunda lectura invita a los creyentes a escuchar y a acoger la Palabra de Dios; pero avisa que esa Palabra escuchada y acogida en el corazón, tiene que convertirse en un compromiso de amor, de compartir, de solidaridad con el mundo y con los hombres. DESCARGAR

27 de agosto de 2009

Frases Misioneras. Documento de Aparecida

APARECIDA – V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. (2007)

“Queremos expresar la alegría de ser discípulos del Señor y de haber sido enviados con el tesoro del Evangelio”. (Aparecida 28)

“La alegría del discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio”. (Aparecida 29)

“La alegría del discípulo no es un sentimiento de bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fe, que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios”. (Aparecida 29)

“Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo”. (Aparecida 29)

“Los cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad y no profetas de desventuras”. (Aparecida 30)

“ La Iglesia debe cumplir su misión siguiendo los pasos de Jesús y adoptando sus actitudes”. (Aparecida 31)

“En la generosidad de los misioneros se manifiesta la generosidad de Dios, en la gratuidad de los apóstoles aparece la gratuidad del Evangelio”. (Aparecida 31)

“Nos sentimos interpelados a discernir los ‘signos de los tiempos', a la luz del Espíritu Santo, para ponernos al servicio del Reino, anunciado por Jesús, que vino para que todos tengan vida y “para que la tengan en plenitud”. (Aparecida 33)

“Necesitamos hacernos discípulos dóciles, para aprender de Él, en su seguimiento, la dignidad y plenitud de la vida”. (Aparecida 41)

“Los discípulos de Jesús confesamos nuestra fe con las palabras de Pedro: ‘Tus palabras dan Vida eterna'; ‘Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo'”. (Aparecida 101)

“Los discípulos de Jesús reconocemos que Él es el primer y más grande evangelizador enviado por Dios”. (Aparecida 103)

“Con la alegría de la fe, somos misioneros para proclamar el Evangelio de Jesucristo y, en Él, la buena nueva de la dignidad humana, de la vida, de la familia, del trabajo, de la ciencia y de la solidaridad con la creación. (Aparecida 103)

“Es propio del discípulo de Cristo gastar su vida como sal de la tierra y luz del mundo”. (Aparecida 110

“El discípulo y el misionero promueve la dignidad del trabajador y del trabajo, el justo reconocimiento de sus derechos y de sus deberes, y desarrollan la cultura del trabajo y denuncian toda injusticia”. (Aparecida 121)

“El discípulo misionero, a quien Dios le encargó la creación, debe contemplarla, cuidarla y utilizarla, respetando siempre el orden que le dio el Creador”. (Aparecida 125)

“El discípulo experimenta que la vinculación íntima con Jesús en el grupo de los suyos es participación de la Vida salida de las entrañas del Padre, es formarse para asumir su mismo estilo de vida y sus mismas motivaciones, correr su misma suerte y hacerse cargo de su misión de hacer nuevas todas las cosas”. (Aparecida 131)

“Como discípulos y misioneros, estamos llamados a intensificar nuestra respuesta de fe y a anunciar que Cristo ha redimido todos los pecados y males de la humanidad”. (Aparecida 134)

“En el seguimiento de Jesucristo, aprendemos y practicamos las bienaventuranzas del Reino, el estilo de vida del mismo Jesucristo: su amor y obediencia filial al Padre, su compasión entrañable ante el dolor humano, su cercanía a los pobres y a los pequeños, su fidelidad a la misión encomendada, su amor servicial hasta el don de su vida”. (Aparecida 139)

“Nos alienta el testimonio de tantos misioneros y mártires de ayer y de hoy en nuestros pueblos que han llegado a compartir la cruz de Cristo hasta la entrega de su vida”. (Aparecida 140)

“Todo discípulo es misionero, pues Jesús lo hace partícipe de su misión, al mismo tiempo que lo vincula a Él como amigo y hermano”. (Aparecida 144)

“La misión no se limita a un programa o proyecto, sino que es compartir la experiencia del acontecimiento del encuentro con Cristo, testimoniarlo y anunciarlo de persona a persona, de comunidad a comunidad, y de la Iglesia a todos los confines del mundo”. (Aparecida 145)

“Discipulado y misión son como las dos caras de una misma medalla: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo Él nos salva”. (Aparecida 146)

“El discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro”. (Aparecida 146)

“El discípulo misionero ha de ser un hombre o una mujer que hace visible el amor misericordioso del Padre, especialmente a los pobres y pecadores”. (Aparecida 147)

“El Espíritu en la Iglesia forja misioneros decididos y valientes como Pedro y Pablo, señala los lugares que deben ser evangelizados y elige a quiénes deben hacerlo”. (Aparecida 150)

“El Señor sigue derramando hoy su Vida por la labor de la Iglesia que, con la fuerza del Espíritu Santo enviado desde el cielo, continúa la misión que Jesucristo recibió de su Padre”. (Aparecida 151)

“Esta es la razón por la cual los seguidores de Jesús deben dejarse guiar constantemente por el Espíritu, y hacer propia la pasión por el Padre y el Reino: anunciar la Buena Nueva a los pobres, curar a los enfermos, consolar a los tristes, liberar a los cautivos y anunciar a todos el año de gracia del Señor”. (Aparecida 152)

“El encuentro de los discípulos con Jesús en la intimidad es indispensable para alimentar la vida comunitaria y la actividad misionera”. (Aparecida 154)

“La comunión y la misión están profundamente unidas entre sí… La comunión es misionera y la misión es para la comunión”. (Aparecida 163)

“El discipulado y la misión siempre suponen la pertenencia a una comunidad. Dios no quiso salvarnos aisladamente, sino formando un Pueblo”. (Aparecida 164)

“La maduración en el seguimiento de Jesús y la pasión por anunciarlo requieren que la Iglesia particular se renueve constantemente en su vida y ardor misionero”. (Aparecida 167)

“El discípulo hace la experiencia del encuentro con Jesucristo vivo, madura su vocación cristiana, descubre la riqueza y la gracia de ser misionero y anuncia la Palabra con alegría”. (Aparecida 167)

“El Espíritu Santo, que actúa en Jesucristo, es también enviado a todos en cuanto miembros de la comunidad, porque su acción no se limita al ámbito individual, sino que abre siempre a las comunidades a la tarea misionera, así como ocurrió en Pentecostés”. (Aparecida 171)

“Estamos llamados a ser maestros de la fe y, por tanto, a anunciar la Buena Nueva , que es fuente de esperanza para todos”. (Aparecida 187)

“El diálogo interreligioso se fundamenta justamente en la misión que Cristo nos confió, solicitando la sabia articulación entre el anuncio y el diálogo como elementos constitutivos de la evangelización”. (Aparecida 237)

“El anuncio y el diálogo, son elementos constitutivos de la evangelización”. (Aparecida 237)

“Hemos de fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la roca de la Palabra de Dios”. (Aparecida 247)

“Los discípulos de Jesús anhelan nutrirse con el Pan de la Palabra : quieren acceder a la interpretación adecuada de los textos bíblicos, a emplearlos como mediación de diálogo con Jesucristo, y a que sean alma de la propia evangelización y del anuncio de Jesús a todos”. (Aparecida 248)

“La oración diaria es un signo del primado de la gracia en el itinerario del discípulo misionero. Por eso, “es necesario aprender a orar, volviendo siempre de nuevo a aprender este arte de los labios del Maestro”. (Aparecida 255)

“La piedad popular es una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia y una forma de ser misioneros”. (Aparecida 264 )

“María es la gran misionera, continuadora de la misión de su Hijo y formadora de misioneros. Ella, así como dio a luz al Salvador del mundo, trajo el Evangelio a nuestra América”. (Aparecida 269 )

“Son incontables las comunidades que han encontrado en María la inspiración más cercana para aprender cómo ser discípulos y misioneros de Jesús”. (Aparecida 269 )

“El discípulo es alguien apasionado por Cristo, a quien reconoce como el maestro que lo conduce y acompaña”. (Aparecida 277)

“El discípulo participa en la vida de la Iglesia y en el encuentro con los hermanos, viviendo el amor de Cristo en la vida fraterna solidaria”. (Aparecida 278)

“El discípulo, a medida que conoce y ama a su Señor, experimenta la necesidad de compartir con otros su alegría de ser enviado, de ir al mundo a anunciar a Jesucristo, muerto y resucitado, a hacer realidad el amor y el servicio en la persona de los más necesitados, en una palabra, a construir el Reino de Dios”. (Aparecida 278)

“El anuncio se fundamenta en el hecho de la presencia de Cristo Resucitado hoy en la Iglesia , y es el factor imprescindible del proceso de formación de discípulos y misioneros”. (Aparecida 279)

“Un auténtico camino cristiano llena de alegría y esperanza el corazón y mueve al creyente a anunciar a Cristo de manera constante en su vida y en su ambiente”. (Aparecida 280)

“El discípulo y misionero, movido por el impulso y el ardor que proviene del Espíritu, aprende a expresarlo en el trabajo, en el diálogo, en el servicio, en la misión cotidiana”. (Aparecida 284 )

“La vida en el Espíritu nos convierte en personas generosas y creativas, felices en el anuncio y el servicio misionero”. (Aparecida 285 )

“Ser discípulo es un don destinado a crecer. La iniciación cristiana da la posibilidad de un aprendizaje gradual en el conocimiento, amor y seguimiento de Jesucristo”. (Aparecida 291)

“ La Familia ofrece a los hijos un sentido cristiano de existencia y los acompaña en la elaboración de su proyecto de vida, como discípulos misioneros”. (Aparecida 302 )

“ La Iglesia peregrinante es misionera por naturaleza, porque toma su origen de la misión del Hijo y del Espíritu Santo, según el designio del Padre. Por eso, el impulso misionero es fruto necesario de la vida que la Trinidad comunica a los discípulos”. (Aparecida 347)

“Los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás”. (Aparecida 360)

“La vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión”. (Aparecida 360)

“Queremos ser continuadores de su misión, ya que ésta es la razón de ser de la Iglesia y que define su identidad más profunda”. (Aparecida 373)

“Los verdaderos destinatarios de la actividad misionera del pueblo de Dios no son sólo los pueblos no cristianos y las tierras lejanas, sino también los ámbitos socioculturales y, sobre todo, los corazones”. (Aparecida 375)

“Estamos dispuestos con la valentía que nos da el Espíritu, a anunciar a Cristo donde no es aceptado, con nuestra vida, con nuestra acción, con nuestra profesión de fe y con su Palabra". (Aparecida 377)

“Nuestra capacidad de compartir nuestros dones espirituales, humanos y materiales, con otras Iglesias, confirmará la autenticidad de nuestra nueva apertura misionera”. (Aparecida 379)

“La fe se fortifica dándola y es preciso que entremos en nuestro continente en una nueva primavera de la misión ad gentes”. (Aparecida 379)

“La voz del Señor nos sigue llamando como discípulos misioneros y nos interpela a orientar toda nuestra vida desde la realidad transformadora del Reino de Dios que se hace presente en Jesús”. (Aparecida 382)

“Ser discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos, en Él, tengan vida, nos lleva a asumir evangélicamente y desde la perspectiva del Reino las tareas prioritarias que contribuyen a la dignificación de todo ser humano, y a trabajar junto con los demás ciudadanos e instituciones en bien del ser humano”. (Aparecida 384)

“ La Iglesia tiene, como misión propia y específica, comunicar la vida de Jesucristo a todas las personas, anunciando la Palabra , administrando los Sacramentos y practicando la caridad”. (Aparecida 386)

“Los discípulos misioneros de Jesucristo tenemos la tarea prioritaria de dar testimonio del amor a Dios y al prójimo con obras concretas”. (Aparecida 386)

“Nos urge la misión de entregar a nuestros pueblos la vida plena y feliz que Jesús nos trae, para que cada persona humana viva de acuerdo con la dignidad que Dios le ha dado”. (Aparecida 389)

“Nuestra fidelidad al Evangelio nos exige proclamar en todos los areópagos públicos y privados del mundo de hoy, y desde todas las instancias de la vida y misión de la Iglesia , la verdad sobre el ser humano y la dignidad de toda persona humana”. (Aparecida 390)

“Los cristianos, como discípulos y misioneros, estamos llamados a contemplar, en los rostros sufrientes de nuestros hermanos, el rostro de Cristo que nos llama a servirlo en ellos: los rostros sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo”. (Aparecida 393)

“Día a día, los pobres se hacen sujetos de la evangelización y de la promoción humana integral”. (Aparecida 398)

“Todo proceso evangelizador implica la promoción humana y la auténtica liberación, sin la cual no es posible un orden justo en la sociedad”. (Aparecida 399)

“Para la Iglesia , el servicio de la caridad, igual que el anuncio de la Palabra y la celebración de los Sacramentos, es expresión irrenunciable de la propia esencia”. (Aparecida 399)

“La opción preferencial por los pobres nos impulsa, como discípulos y misioneros de Jesús, a buscar caminos nuevos y creativos, a fin de responder otros efectos de la pobreza”. (Aparecida 409 )

“Como discípulos misioneros, las nuevas generaciones están llamadas a transmitir a sus hermanos jóvenes sin distinción alguna, la corriente de vida que viene de Cristo, y a compartirla en comunidad construyendo la Iglesia y la sociedad”. (Aparecida 443 )

“Los discípulos y misioneros de Cristo deben iluminar con la luz del Evangelio todos los ámbitos de la vida social”. (Aparecida 501 )

“Como discípulos y misioneros al servicio de la vida, acompañamos a los pueblos indígenas y originarios en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa del territorio, una educación intercultural bilingüe y la defensa de sus derechos”. (Aparecida 530)

“Los discípulos y misioneros de Cristo promueven una cultura del compartir en todos los niveles, en contraposición de la cultura dominante de acumulación egoísta”. (Aparecida 540)

“Una auténtica evangelización de nuestros pueblos implica asumir plenamente la radicalidad del amor cristiano, que se concreta en el seguimiento de Cristo en la Cruz ; en el padecer por Cristo a causa de la justicia; en el perdón y amor a los enemigos”. (Aparecida 543)

“¡Necesitamos salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de ‘sentido', de verdad y amor, de alegría y de esperanza!”. (Aparecida 548 )

“Urge acudir en todas las direcciones para proclamar que el mal y la muerte no tienen la última palabra, que el amor es más fuerte, que hemos sido liberados y salvados por la victoria pascual del Señor de la historia”. (Aparecida 548 )

“Somos testigos y misioneros: en las grandes ciudades y campos, en las montañas y selvas de nuestra América, en todos los ambientes de la convivencia social, en los más diversos “areópagos” de la vida pública de las naciones, en las situaciones extremas de la existencia, asumiendo ad gentes nuestra solicitud por la misión universal de la Iglesia ”. (Aparecida 548)

“Estamos cansados del camino, pero Tú nos confortas en la fracción del pan para anunciar a nuestros hermanos que en verdad Tú has resucitado y que nos has dado la misión de ser testigos de tu resurrección”. (Aparecida 554)

Fuente: www.svdargentina.org.ar

20 de agosto de 2009

Liturgia Dominical. 23 de Agosto

La liturgia del Domingo 21 nos habla de opciones. Nos recuerda que nuestra existencia puede ser gastada persiguiendo valores efímeros y estériles o apostando por valores eternos que nos conduzcan a la vida definitiva, a la realización plena. Cada hombre y cada mujer tiene, día a día, que hacer su elección.
En la primera lectura, Josué invita a las tribus de Israel reunidas en Siquén a escoger entre “servir al Señor” o el servir a otros dioses.
El Pueblo elige claramente “servir al Señor”, pues ha visto, en la historia reciente de la liberación de Egipto y del camino por el desierto, como sólo Yahvé puede proporciona a su Pueblo la vida, la libertad, el bienestar y la paz.
El Evangelio pone delante de nuestros ojos a dos grupos de discípulos, con opciones diversas ante la propuesta de Jesús. Uno de los grupos, prisionero de la lógica del mundo, tiene como prioridad los bienes materiales, el poder, la ambición y la gloria; por eso, rechaza la propuesta de Jesús. Otro grupo, abierto a la acción de Dios y del Espíritu, está disponible para seguir a Jesús en su camino de amor y de entrega de la vida; los miembros de este grupo saben que sólo Jesús tiene palabras de vida eterna. Es este último grupo el que es propuesto como modelo a los creyentes de todos los tiempos.
En la segunda lectura, Pablo dice a los cristianos de Éfeso que la opción por Cristo tiene consecuencias también en las relaciones familiares. Para el seguidor de Jesús, el espacio de las relaciones familiares tiene que ser el lugar donde se manifiestan los valores de Jesús, los valores del Reino. Con su compartir el amor, con su unión, con su comunión de vida, el hogar cristiano está llamado a ser signo y reflejo de la unión de Cristo con su Iglesia. DESCARGAR

17 de agosto de 2009

La Naranja y el Ateo


Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio defendiendo la inexistencia de Dios. Después de haber finalizado su discurso, desafió a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma.

Un hombre que había sido bien conocido en la localidad por su adicción a las bebidas alcohólicas, pero que había encontrado recientemente liberación y esperanza en Cristo Jesús acepto la invitación y sacando una naranja del bolsillo comenzó a pelarla lentamente.

El conferencista le pidió que hiciera la pregunta; el hombre, continuó imperturbable pelando la naranja en silencio, al termino de lo cual, se la comió.

Se volvió al conferencista y le preguntó : “¿Estaba dulce o agria?”

“No me pregunte tonterías”, respondió el orador con señales evidentes de enojo; “¿Como puedo saber el gusto si no la he probado?”

Y aquel hombre regenerado por el amor de Dios respondió entonces:

“Y ¿como puede usted saber algo de Cristo, si nunca lo ha probado?”

14 de agosto de 2009

VII Encuentro Nacional de Familias Misioneras

Información extraida de la pagina de OMP Argentina (www.ompargentina.org.ar)

Ya estamos muy próximos al VII Encuentro Nacional de Familias Misioneras que se realizará del 15 al 17 de agosto de 2009 en Buenos Aires.

Durante el Encuentro nos acompañaran algunos de nuestros Obispos: la misa del día sábado 15 a las 11:00hs será presidida por Mons. Oscar Vicente Ojea, Vicario Episcopal de la Vicaría Centro , el domingo 16, presidirá la misa de las 19:00hs Mons. Juan H. Suárez, Obispo de la diócesis de Gregorio de Laferrere y miembro de la Comisión Episcopal de Misiones y el lunes 17 a las 10:30 hs la misa de clausura será presidida por Mons. Gustavo Help, Obispo de la diócesis de Venado Tuerto y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Familiar. Todo el encuentro contará con la presencia del P. Osvaldo Leone, Director Nacional de las OMP, quien considera sumamente valioso la realización del mismo, como oportunidad para resaltar los valores de la familia y su dimensión misionera en la Iglesia.

Para quienes deseen participar de las misas que se celebraran durante los días del Encuentro, las mismas serán en la Iglesia de Jesús Sacramentado situada en Avda. Corrientes 4441. Asimismo invitamos a quienes quieran participar de la adoración eucarística que tendrán las familias el día sábado 15 de 17:30hs a 18:30hs y de la procesión mariana en el día de la Asunción de la Virgen a las 20:00hs.

El Encuentro está organizado en dos grandes áreas de participación: adultos y jóvenes, y niños y adolescentes. Ambas tienen sus expositores y espacios de diálogo con trabajos en grupo para profundizar en el tema de la vocación misionera de la familia. Los sacerdotes expositores son el Pbro. Ariel Príncipi, cura párroco en la diócesis de Río Cuarto y el Pbro. Daniel Petelín, Director de Caritas de la diócesis de Concordia que ha vuelto de África (Benín) a fines del año pasado. Son también expositores Mariela y Omar Policano, que actualmente prestan sus servicios en la escuela de agronomía salesiana en Uribelarrea (Cañuelas) y son los coordinadores del equipo nacional de animación y formación misionera a las familias, de la Obra de la Propagación de la Fe. El matrimonio Policano con sus tres hijos varones, cuentan con la rica experiencia de haber sido misioneros ad gentes en África (Angola). El P. Ariel Príncipi desarrollará el tema de “Discipulado Misionero” en la vocación de la familia y el P. Daniel Petelín junto a la familia Policano el tema “Ámbitos de la Familia ”, haciendo referencia a la vocación de la familia hacia su interno, en su ambiente y en la misión ad gentes.

Las familias participantes son de distintas partes del país y de las distintas pastorales, algunas de ellas cuentan con un valioso haber de experiencia y formación misionera en nuestro país, otras han estado sirviendo por algún tiempo en tierras de misión y otras tienen el valioso aporte de ser misioneras en su propia casa sin haber salido nunca de la Argentina.

El equipo nacional abocado a la animación y formación misionera de las familias, ha trabajado con la colaboración y el entusiasmo de familias de otras diócesis, para que el Encuentro resulte una fuerte instancia para compartir y crecer en la vocación misionera de la familia.

Hna. Mariel Robledo, Secretaria Nacional de la Propagacion de la Fe

Las Cucharas (Uno para todos y .. )

Las Cucharas

Dice una antigua leyenda china, que un discípulo preguntó al Maestro:

- ¿Cuál es la diferencia entre el cielo y el infierno?

El Maestro le respondió:

- Es muy pequeña, sin embargo tiene grandes consecuencias. Ven, te mostraré el infierno.

Entraron en una habitación donde un grupo de personas estaba sentado alrededor de un gran recipiente con arroz, todos estaban hambrientos y desesperados, cada uno tenía una cuchara tomada fijamente desde su extremo, que llegaba hasta la olla. Pero cada cuchara tenía un mango tan largo que no podían llevársela a la boca. La desesperación y el sufrimiento eran terribles.

- Ven, - dijo el Maestro después de un rato, - ahora te mostraré el cielo.

Entraron en otra habitación, idéntica a la primera; con la olla de arroz, el grupo de gente, las mismas cucharas largas pero, allí, todos estaban felices y alimentados.

- No comprendo - dijo el discípulo, - ¿Por qué están tan felices aquí, mientras son desgraciados en la otra habitación si todo es lo mismo?

El Maestro sonrió.

- Ah... ¿no te has dado cuenta? Como las cucharas tienen los mangos largos, no permitiéndoles llevar la comida a su propia boca, aquí han aprendido a alimentarse unos a otros.

Beneficio común, trabajo común... ¿Tan complicadas son las cosas que no vemos el beneficio común, que en definitiva es nuestro beneficio?

¿Alimentas a tus semejantes? No desde el punto de vista del alimento físico, sino en el sentido amplio de compartir con los demás (tu tiempo, tus posesiones, etc.).

Liturgia Dominical. 16 Agosto

La liturgia del Domingo 20 del Tiempo Ordinario repite el tema de los últimos Domingos: Dios quiere ofrecer a los hombres, en todos los momentos de su caminar por la tierra, el “pan” de vida plena y definitiva. Naturalmente, los hombres tienen que hacer su elección y acoger ese don.
En el Evangelio, Jesús reafirma que el objetivo final de su misión, es dar a los hombres el “pan de vida”. Para recibir esa vida, los discípulos están invitados a “comer la carne” y a “beber la sangre” de Jesús, esto es, a unirse a su persona, a asimilar su proyecto, a interiorizar su propuesta.
La Eucaristía cristiana (el “comer la carne” y “beber la sangre” de Jesús) es un momento privilegiado de encuentro con esa vida que Jesús vino a ofrecer.
La primera lectura nos ofrece una parábola sobre un banquete preparado por la “señora sabiduría” para los “sencillos” y para los que quieren vencer la insensatez. Invitados a la apertura hacia los dones de Dios y a la disponibilidad para acoger la vida de Dios (el “pan de dios que baja del cielo”).
La segunda lectura nos recuerda a los cristianos su opción por Cristo (aquel Cristo que el Evangelio de hoy llama “el pan de Dios que bajó del cielo para la vida del mundo”). Invitados
a no adormecerse, a respetar continuamente sus opciones y sus compromisos, a no dejarse llevar por un camino de facilidad y de comodidad, para vivir con empeño y entusiasmo el seguimiento de Cristo, y a empeñarse en el testimonio de los valores en los que creen. DESCARGAR

13 de agosto de 2009

Curso Bíblico para Descargar. Anthony J. Paone SJ

Curso Biblico

Introducción:


La importancia de conocer, leer y estudiar Las Sagradas Escrituras para el cristiano radica en que ellas son Dios mismo, que sale al encuentro amoroso para platicar con sus hijos amándoles, aconsejándoles para que nosotros por Fe le escuchamos y dialoguemos con El con el único fin de corregirnos y buscar nuestra santidad para poder ser merecedores, a través de las buenas obras para las que nos prepara, de la vida de gracia y vida eterna. Finalmente este curso esta basado en las enseñanzas del Padre Pedro García Sacerdote Claretiano a quién se le agradece en nombre de los fieles cristianos que han ocupado, que ocupan y ocuparan este curso, porque sabemos que el Espíritu Santo hará obra en ellos de conversión y salvación a través de la perseverancia en el estudio del curso.


Instrucciones para el Uso del Material:


Para utilizar el material, ve enseñanza por enseñanza semanalmente. Utiliza tu Biblia para reforzar la lección del curso y por supuesto, los documentos anexos como los del Concilio Vaticano Segundo que se han anexado para ello. Adicional, serán incluidas lecturas de apoyo de consulta adicionales para que tu reforzar tu FE y tu enseñanza. No olvides que cada lección la tienes que acompañar de la oración, para lo cual te ofrecemos una guía a continuación.


QUE DIOS BENDIGA TU PERSEVERANCIA, VOLUNTAD Y BUSQUEDA DE DIOS COMO VERDADERO DISCIPULO QUE DESEA CONSTRUIR SOBRE LA ROCA.


Oración inicial Para los encuentros con la Palabra de Dios


Dios nuestro, Padre de la luz, tú has enviado al mundo tu Palabra, sabiduría que sale de tu boca, y que ha reinado sobre todos los pueblos de la tierra (Eclo 24,6-8). Tú has querido que tu propio Hijo, Palabra eterna que procede de ti (Jn 1,1-14), se hiciera carne y plantara su tienda en medio de nosotros. Él fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la Virgen María (Lc 1,35). Envía ahora tu Espíritu sobre nosotros: Él nos dé un corazón oyente (1 Re 3,9), nos permita encontrarte en tus Santas Escrituras y engendre tu Verbo en nosotros. El Espíritu Santo levante el velo de nuestros ojos (2 Cor 3,12-16), nos conduzca a la Verdad Completa (Jn 16,13) y nos dé inteligencia y perseverancia. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor, quien sea bendito y alabado por los siglos de los siglos. Amén.



Biblia en mano: ¿Entones?... Puesto que queremos poseer la vida eterna, ¡queremos conocer a Dios, queremos conocer a Jesucristo! Y para conocer a Dios y conocer a Jesucristo, vamos a tomar la Biblia en nuestras manos, porque sabemos que en ella nos encontramos con dios nuestro Padre y ella descubre el ministerio de Jesucristo.(Consulta los documentos del Concilio Vaticano Segundo referidos en la lección: DV,SC,PC,TMI )


La Biblia, naturaleza y contenido: ¿Qué es el la Biblia? Hablamos mucho de ella, pero: ¿sabemos lo que es y lo que contiene? La Biblia, inspirada por Dios, nos narra la Historia e la Salvación. Dios ka comunico y comenzó en el pueblos de Israel, y la concluyo con Jesucristo y los apostol4es en el principio de la iglesia. Esta escrita de muchas formas y al fin quedo fijada en los libros que actualmente presenta la Iglesia como inspirados por el mismo Dios. Hoy vamos a ver La naturaleza y el contenido de la Biblia..


La Revelación, Dios se ha dejado conocer: Lo que hoy va a ocupar nuestra atención es La Revelación de Dios. ¿Por que conoceremos a Dios, si Dios no lo ha visto nadie? Lo conoceremos porque el mismo se nos ha revelado, sobre todo en Jesucristo. ¿Y que significa Revelación cuando se trata de Dios o de la Biblia? Cuando decimos que Dios se ha revelado en la Biblia, venimos a decir que Dios se nos ha dado a conocer en las páginas sagradas, que se dirigen todas a Jesucristo y que se centran todas en Jesucristo.(Consulta los documentos del Concilio Vaticano Segundo referidos en la lección: DV.Además, consulta más sobre - El Concepto teológico de Revelación, Hechos y palabras en el constituirse de la Revelación, Cristo, culmen y centro de la Revelación, Los Signos de credibilidad de la Revelación y La Transmisión de la Revelación a través de la Iglesia : Anexo )

PAN DE CADA DÍA. Reflexión 3

Reflexión 03: Intención recta en todas las cosas: ¿Dónde están los placeres y satisfacciones que disfrutaste el año pasado? Idos y olvidados. Si me hicieron peor, encontraré la muerte y el juicio dentro de bien pronto. ¿Por qué no me esfuerzo por valorar las cosas de acuerdo con la manera de ver las cosas de Dios?

12 de agosto de 2009

Encuentro Zonal de Jóvenes


El 29 de Agosto vamos a reunirnos para compartir una convivencia, que año a año congrega a los jóvenes de la Zona IV de nuestra Arquidiocesis.
Esperamos contar con tu presencia...